No te das cuenta, y la vida no pasa, porque en la vida se está, pero lo que si pasan son las cosas que creías recientes, y cuando alguien se pone a fecharlas y por un segundo eres consciente de tu propia edad. Y claro amigos, ya sé que la edad es sólo un número, pero como todos los números, es el que es, y a menos queridos que seáis políticos contando manifestantes, el dato dice lo que hay. Un buen puñado de años que se acumulan con ninguna garantía y la esperanza de que además de arrugas guarden también alguna cosa útil con forma de experiencia.
De la noche a la mañana, los futbolistas que admirabas son casi todos entrenadores, los cantantes con los creciste solo sacan recopilatorios en cofre deluxe y dan giras en teatros para que el público los vea desde cómodas butacas.
Solo coges borracheras con un buen vino y a la palabra joven le aplicas un lifting semántico de tal manera que abarque desde la edad que te gustaría tener hasta los años que piensas que le queda a tu libido.
Te das cuenta mirando tu armario que hay prendas que ya son ridículas y piensas en como tuviste narices en salir con eso a la calle.
Hoy por eso escribo este texto, desde la urgencia existencial para recordaros simplemente que la vida es ya. Que si has de hacer algo, no lo dejes ni para después, que lo hagas, sí pero ya mismo, que no esperes, porque esperar es creerte la milonga que te susurra al oído el futuro, un futuro que a veces ni aparece y para entonces….ponte tú a reclamar.
Que a esta vida tuya, tienes que exigirle mucho, y si no te lo dan por las buenas, tendrás que tomárselo por las malas, que hay algo bueno en la impaciencia y es que mata la inercia vital.
Mira yo no creo en la crisis impepinable de las redonceces de la edad, ni de dígitos, solo creo en los estados de ánimos y en la transitoriedad del tiempo. Hay que coger la vida por la bufanda y dejarse enredar…. Como se puede resumir….. Todo es eventual.....
viernes, 6 de junio de 2014
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